Pere es un hombre de más de 40 años, divorciado, que ha olvidado por completo que un buen día fue un niño. El día en el que su hija Mercè decide escaparse de casa, Pere sale a buscarla. Esta búsqueda le llevará a confrontarse con el evento que le marcó de manera decisiva, treinta años atrás. Un viaje en el tiempo que hará que Pere reviva la tarde de julio de 1992, en la que renunció para siempre a su infancia. Una tarde que creía olvidada. El 25 de julio de 1992. El día de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. El día en el que dejó de ser un niño. Será únicamente confrontándose cara a cara con el niño que un día fue, que Pere logrará encontrar a su hija y, reconciliándose con ese pasado, logrará volver a volar.