El Musical en España

A raíz del bloqueo internacional que se le hizo a la España de Franco, cuando años más tarde se fueron abriendo las puertas a intercambios con otros países, para evitar la “colonización extranjera” por la lengua se obligó a que todas las películas fueran dobladas al español. Por eso cuando llegaba una película con canciones, en el “mejor” de los casos, se dejaban en el idioma original, por supuesto sin subtítulos, cabreando al espectador que no entendía lo que estaban diciendo. 

Esto fue provocando un rechazo visceral al género musical, mientras triunfaban las películas con Imperio Argentina, Estrellita Castro, Marisol, Joselito o Rocío Dúrcal, así como las películas Disney con los doblajes sudamericanos, porque a ellos sí les entendían. Ello dio lugar a que en ocasiones tuviéramos a Julie Andrews como Mary Poppins, película por la que ganó un Oscar, pero nadie escuchó cantar a Julie porque su voz era la de Teresa María, que por bien que lo hiciera, no era la de la maravillosa soprano inglesa que había creado la canción.

“Siete novias para siete hermanos”se estrenó con todas las canciones en inglés sin subtitular y “Cantando bajo la lluvia” también, salvo la canción “Haz reír” que fue la única que doblaron al castellano. Poco a poco esto fue cambiando ya que no se atrevieron a doblar a Barbra Streisand en “Funny girl” o a Madonna en “Evita”. Todavía hay bastante rechazo a las versiones originales, pero las nuevas generaciones con la llegada de Internet, están más habituadas a escuchar otras lenguas, si bien es cierto que en el tema del musical llevamos bastantes años de retraso y nos hemos perdido un montón de clásicos en cine y más en teatro.

La tímida llegada del musical teatral

Aunque de forma esporádica llegaban a nuestros teatros algunos títulos del musical extranjero, la mayoría no salían de Madrid. Es curioso saber que en los años cincuenta o sesenta se estrenaron “Al sur del Pacífico” (South Pacific), “Caridad de noche” (Sweet Charity), “Bésame Kati” (Kiss me Kate) o “El violinista en el tejado” (Fiddler on the roof), “Hair”, “Sonrisas y lágrimas” (The sound of music), “Golfus de Roma” (A funny thing happened on the way to the fórum), o “El hombre de la Mancha” (Man of la Mancha) con Nati Mistral.

Pueden parecer muchos títulos pero hay que tener en cuenta que se estrenaron entre 1955 y 1968 y que solo se vieron en Madrid, porque lo de viajar a otra ciudad, o saber lo que había en cartel en otras ciudades, era bastante difícil. Estamos hablando de los años 50 y 60, cuando la  televisión era un lujo que muy pocos hogares se podían permitir. Eran otros tiempos y muchos descubrieron números del musical gracias al “Un, dos, tres” de Chicho Ibáñez Serrador, que terminaba muchas temporadas con el “Send in the clowns” de “A Little night music” de Stephen Sondheim, aunque bien pocos sabían de donde eran aquellos números emotivos, simpáticos o espectaculares.

El musical en los años 70

En los años 70 convivieron musicales con base religiosa como “Godspell” con Juan Ribó o “El diluvio que viene” con Lorenzo Valverde, que tuvieron una gran acogida por parte del público, o “Jesucristo superstar”, el musical de Andrew Lloyd Webber que produjo y protagonizó Camilo Sesto, de forma espectacular para la época, desatando todo tipo de protestas en las puertas del teatro con grupos de gente que rezaban pidiendo perdón por aquella tropelía.

Tras la muerte de Franco la censura permitió la subida a los escenarios de musicales rompedores como “The Rocky Horror Show”, “Oh, Calcutta” o “Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny” que incluían desnudos en escena. También aparecieron musicales originales como “Madrid, pecado mortal”, “Lovy”, o la compañía catalana Dagoll Dagom con “Antaviana”, apostando por el género que se marcó otro gran acontecimiento en 1980 con el estreno de otro musical de Andrew Lloyd Webber “Evita” con Paloma San Basilio de protagonista.

La movida y los años 80

Los años 80 fueron una explosión de apertura en todos los aspectos. Creamos musicales como “Yo me bajo en la próxima ¿y usted?”, “Mata Hari” o “Carmen, Carmen” con Concha Velasco. También se homenajeó con éxito a la revista en “Por la calle de Alcalá” con Esperanza Roy y las compañías catalanas La Cubana y Dagoll Dagom trajeron grandes éxitos como “Mar y cielo” o “Cómeme el coco, negro”.

El musical americano también tuvo su espacio con títulos famosos como “El Mikado”, “La tienda de los horrores”, “A chorus line”, “My fair lady” con Alberto Closas y Angela Carrasco, “Pippin” o “West side story”, algunos de los cuales incluso se atrevieron a salir de Madrid o Barcelona y se vieron en otras ciudades como “Annie” o “Barnum” en el que debutó un jovencísimo Emilio Aragón.

Son los año 90

El auge del musical avanzaba a muy buen paso. Con las olimpiadas de  Barcelona 92 la ciudad tuvo un desparrame de títulos tomando la delantera nacional con creaciones propias como “Te odio amor mío” con canciones de Cole Porter, además de “Cegada de amor”, “Cacao” o “Flor de nit”, que era todo un homenaje al Paralelo barcelonés.

Otros musicales que arrancaron en Barcelona fueron “Estan tocant la nostra cançó” (They’re playing our song) de Marvin Hamlisch, “Cabaret” con Nina dirigida por Jerome Savary, “Hermanos de sangre” (Blood brothers) y “Chicago”, dirigidas por Ricard Reguant con Angels Gonyalons que también hizo gira por España.

Mario Gas estrenó “Guys and dolls” en el Teatro Nacional de Cataluña, aunque el verdadero aldabonazo lo dio con “Sweeney Todd”, desatando la fiebre por Stephen Sondheim, haciendo que toda la profesión se volcase a por otros títulos del compositor como “Casem-nos una mica” (Marry me a Little), “Assassins” o ”Company” y hasta “Tots dos”, un concierto con Angels Gonyalons y Carles Sabater que se grabó y emitió por TV3. 

Por su parte, Madrid se abrió a los grandes títulos con el estreno de “Los Miserables”, producido por Plácido Domingo, que aunque lo que quería era traer “El Fantasma de la ópera”, el precio era demasiado alto y se inclinó por el musical de Schönberg y Boublil. La llegada de Stage Entertainment nos trajo “La bella y la bestia” y “Rent”. El productor Luis Ramírez estrenó “El hombre de la Mancha” con Paloma San Basilio y José Sacristán, además de “Grease”, “Falsettos” y “Jekyll y Hyde” con Raphael y hasta Norma Duval produjo y protagonizó “La mujer del año” aunque con poco éxito. Había que encontrar títulos que atrajesen al gran público y estábamos en el camino.

El efecto 2000

El musical ya era un género imparable en España. Cada vez más productoras, compositores, actores y escuelas se animaban a probar suerte. José Mota y Angels Gonyalons estrenaron una adaptación musical de “Cuando Harry encontró a Sally”, que no tuvo la suerte que merecía. Stage Entertainment apostó por dos títulos míticos de Andrew Lloyd Webber “El Fantasma de la ópera” y “Cats” que tampoco salieron de Madrid. Sus otras propuestas de musicales de éxito como “Los productores” o “Victor Victoria”, fueron sendos fracasos, a pesar de contar en el reparto con Santiago Segura, Josema Yuste, Paloma San Basilio o Paco Valladares.

Concha Velasco se lanzó a producir “Hello Dolly” que llevó de gira por España, aunque a pesar de llenar cada día confesó que las pérdidas fueron millonarias. Llegaron con mayor o menor suerte títulos como “Fama”, “Siete novias para siete hermanos”, “We will rock you”, “Avenue Q”, “El rey de bodas” (The wedding singer) o “Notre Dame de París” de Richard Cocciante, que al igual que otros como “Amants”, “Poe”, “Gaudi” o “Full Monty” no salieron de Barcelona.

Dagoll Dagom y El musical mes petit intentaron repetir el éxito apostando por Stephen Sondheim pero fracasaron tanto “Merrily we roll along” como “Boscos endins” (Into the Woods). Ángel Llácer y Manu Guix escribieron “Qué” que tuvo un éxito muy discreto y se embarcaron con un musical infantil “Gerónimo Stilton”, que tuvo éxito e incluso llevaron a Madrid. Tricicle también se aventuró en el musical y estrenó “Spamalot” con bastante éxito, aunque sin duda la gran sorpresa que nos llegó de Barcelona fue “Pegados”, un musical de pequeño formato original de Ferrán González que superó las expectativas más atrevidas.

A pesar de todo lo dicho, los éxitos indiscutibles de la década fueron sin duda “Hoy no me puedo levantar” y “Mamma mia”. Ambos hicieron  gira por muchas ciudades de España, rompiendo todos los récords hasta la fecha, a la vez que abriendo la puerta al público amante del musical Jukebox o de gramola, que querían ver conciertos de canciones conocidas, más o menos disfrazadas de musical. Así llegaron “Quisiera ser” con temas del Dúo Dinámico, “Enamorados anónimos” con temas de copla, “Fiebre del sábado noche” con los éxitos de los Bee Gees o “40, el musical” basado en éxitos de los 40 principales.

Del 2010 al 2020

Las producciones se sucedieron y una avalancha de títulos llegaron dispuestos a hacerse con su trozo de pastel. Entre los grandes éxitos tuvimos “Follies” de Stephen Sondheim en el Teatro Español. Llegó a la Gran Vía el rey, “El rey león” que vino para quedarse. Otros éxitos fueron “Billy Elliot”, “Sister act”, “Anastasia”, “La familia Addams”, “Ghost” y “La llamada”, un musical de unos jovencitos que empezaban entonces llamados Los Javis.

Antonio Banderas irrumpió en el musical con la inauguración de un teatro en Málaga en el que estrenó “A chorus line”, que luego llevaría de gira a Madrid y Barcelona. Prometió seguir con los musicales y lo hizo con sus producciones de “Godspell” y “Company”.

Los musicales jukebox tuvieron su espacio con “Marta tiene un marcapasos” con temas de Hombres G, “El guardaespaldas” con canciones de Whitney Houston, “Más de cien mentiras” con temas de Joaquín Sabina o “Lo tuyo y lo mío” un musical de pequeño formato que juntaba una tras otra frases de canciones populares del pop.  

Algunos musicales merecieron mejor suerte como “El jovencito Frankenstein”, “Casi normales” o “Mierda de artista”, que apenas tuvieron recorrido. Otras producciones como “Tic Tac”, “Maremar”, “Tórtola”, “El despertar de la primavera” o “Sunset Boulevard” fueron apuestas que no salieron de Barcelona, Valencia o Canarias.

Entre las producciones propias hay que resaltar el enorme éxito de “El médico” que tras triunfar en Madrid, con un formato más reducido, hizo gira por España o “33 el musical”, que solo se vio en Madrid y tuvo una gran producción que contaba una vez más la vida de Jesucristo. 

2020 Más allá del Covid

El buen momento que vivíamos sufrió un enorme revés con la llegada del covid que cerró todos los locales, pero tras el fin de la pandemia, volvimos con más ganas y fuerza que antes. Estas Navidades de 2023 van a convivir en Madrid nada menos que catorce musicales, lo cual es una barbaridad. Veremos si hay gente para tanto musical, porque puede que algunos se queden por el camino.

Siguen con éxito “Aladdin”, “El rey león”, “Mamma mía”, “Matilda” o “Malinche”, pero llegan otros nuevos que van a dar mucho que hablar como “The book of mormon;n” que tras más de 10 años de éxito en New York y Londres, sorprende con un reparto increíblemente bueno y es que el nivel artístico y técnico de nuestro país, ha subido mucho. Basta ver esa nueva producción de “Chicago” que luce y suena mejor que nunca o “El fantasma de la ópera”, que ha vuelto con una nueva producción totalmente renovada y que es un placer para los que ya conocemos el musical y podemos volver a verlo como si fuera nuevo.

Hay otros estrenos como “Bailo, bailo”, “Una rubia muy legal”, “Pretty woman”, “School of rock” o “Desencantadas” que tendrán difícil competir con semejantes títulos, aunque les deseamos la mayor de las suertes para que todos sintonicen con sus públicos.

Si te has quedado con ganas de más te recomiendo la serie de podcast que hicimos en Love4musicals sobre “El musical en España ”.