Víctima de la represión franquista y muerto en 1942 en sus cárceles, la figura de Miguel Hernández permanecía de forma casi clandestina, hasta que en plena dictadura, Serrat lanzó un álbum inolvidable, sin más título que el nombre del poeta. Ha pasado medio siglo desde que el cantautor catalán convirtiera los versos del conocido como poeta cabrero en auténticos himnos, comenzando por el "Para la libertad" que da nombre a la obra.
Las melodías creadas por Serrat ofrecían un perfecto acompañamiento a la belleza de los textos de Hernández, dejando una marca indeleble en múltiples generaciones. Sin embargo, la compleja vida del poeta permanecía velada por el silencio. Comprometido hasta la muerte con sus ideales, fue perseguido por los vencedores de la Guerra Civil y en ocasiones ignorado incluso por algunos de sus propios aliados.
"Para la libertad" recrea en escena, la vida y la obra del poeta y, para ello, usa como motor que impulsa la trama la música de Serrat, para crear un espectáculo global que aúna el más selecto teatro textual con la interpretación en vivo de las canciones de ese disco histórico: "Las nanas de la cebolla", "La elegía a Ramón Sijé", "Llegó con tres heridas" o "El niño yuntero", entre otras.