No nos gusta mirar hacia atrás. No suele ser fácil y, menos aún, cómodo. Si lo hacemos, corremos el riesgo de ver que nuestra vida no es la que pensábamos que sería, que no hemos estado a la altura de lo que nos habíamos propuesto, que no hemos sabido cumplir nuestro sueño. De la misma forma, podemos darnos cuenta de que hemos superado obstáculos que creemos imposibles, que hemos conseguido cosas que no imaginábamos, y que, poco a poco (o con demasiada prisa) vamos viviendo la vida que queríamos.
De todo esto nos habla el musical de Sondheim y Furth. Nos obliga a mirar atrás y nos plantea, durante 20 años de la vida de unos personajes que podríamos ser cualquiera de nosotros, preguntas que muchas veces no sabemos responder: “¿cómo he llegado hasta aquí?, ¿cuándo se rompió?, ¿cuándo ¿es que nos olvidamos del sueño?, ¿cómo es que todo ha ido diferente?”